martes, 15 de octubre de 2019

La Botellla

Y pensar que para los demás no significa nada, que si se me cae una lagrima porque se rompió a los demás les causa gracia, y ese es el valor que tienen por lo demás, la empatia que dicen tener pero no la tienen, es triste pero cierto, ayer me desperté supe feliz, contenta, escuchando música y cantando a los cuatro vientos,parecía que nada ni nadie me lo podía quitar, pero pensé mal, llegue con todas las pilas y cuando menos lo pensé paso, movieron mi banco, la botella se cayo  y se rompió, yo era un fuego, en mi mirada se podía ver la furia, la bronca, el mal humor que me había agarrado, nadie hablo todo se dieron cuenta, mi aura era fuego, si me decían una palabra explotaba, nadie me dijo nada de nada, yo no emití sonido solo con mi cara ya te dabas cuenta, baje las escaleras y busque los elementos  para limpiar el piso que se había mojado todo, limpie y nadie me dijo nada tampoco, todo mi humor había saltado al vació, se fue y parecía que no iba a volver, era pura tristeza que nadie entendía, porque me dolió tanto, esa botella me la regalo mi papa, el ya no vive conmigo, mis papas se separaron y es algo por lo que todavía sufro y trato de superar todos los días, mas allá de todo yo lo amo y lo voy a seguir amando, esa botella lo representaba, era como tenerlo no físicamente si no en alma, el no murió ni nada pero ya no esta para mi, a veces siento que se olvido de mi, mi mundo de princesita se derrumbo cuando la realidad me choco y me hio abrir los ojos o tal vez ver la realidad realmente y ver que ya mi papa no iba a estar para mi, doloroso, triste, insuperable, me hace tanta falta, yo no puedo hacer nada mas que expresar mi enojo hacia el porque ya no es lo que era antes conmigo, decirle que lo extraño detrás de la pantalla de un celular, porque parece que ni siquiera tiene tiempo para verme a los ojos, ahí fue cuando madure, cuando me di cuenta que tenia una realidad dibujada, cuando ya mi mundo no era de princesas y pura felicidad y tener los papis juntos para siempre, ya no.
ese fue el dolor que me provoco cuando la botella se cayo y se partió en pedazos en el suelo, desparramando toda el agua que contenía, nadie lo entendió nadie lo comprendió, porque hasta que uno no se encuentra en los zapatos del otro, hasta que no ven  la realidad de los demás, y ver que en la vida se sufre que la gente muchas veces sonríe para ocultar penas, tristezas, dolores para mostrar que vive una realidad feliz, uno ajeno  a la situación no comprende ese dolor, se rie, prefiere ignorar. Y esta bien yo no juzgo, pero me gustaría que todos fueran empaticos, valoren aunque sea un objeto, una hoja, lo que para unos es insignificante para otros es significativo, valorativo, indispensable.

viernes, 23 de agosto de 2019

hay que vencer 4 miedos en la vida

Miedo a la soledad
Hay dos opciones que se pueden considerar:
La primera es que el ego trabaja en su banal causa de hacerte creer que realmente estás solo, que tu estás unido a los demás, con el fin de sentirte protagonista de la vida y encontrar el reconocimiento, en todos los niveles que te imagines, en la familia, en la pareja, en el grupo de amistades, en el trabajo y en la sociedad.
La segunda opción es que el espíritu desea que recuerdes que eres parte de una Totalidad. Que tú siempre estás unido a la energía integradora de Dios, que se manifiesta en una llama interior que tú posees, una luz que debes expandir. Cuando le das fuerza a esa luz interior, comienzas a mirar con los ojos de tu corazón y empiezas a ser consciente de que siempre tienes compañía. Es la compañía con tu ser interior y con tu Creador Supremo. Llegarás a comprender que la soledad es una maravillosa oportunidad de la vida para compartir contigo mismo; y justamente en este momento, empezarán a aparecer aquellas personas que vibrarán con tu misma sintonía e intensidad.
Miedo a la escasez
Superar el miedo a estar escaso, sin dinero u oportunidades para ser cada vez más abundante requiere de un trabajo contigo mismo. Debes darte la oportunidad para considerar que tus emociones sientan ese “deseo de merecer lo mejor para tu vida”. El sentimiento de víctima, es una señal de que el fantasma del miedo esta invadiéndote.
Hay una palabra de siete letras que, cuando la repites, empieza a dar claridad al estado de abundancia que hoy tienes. Esta palabra es “GRACIAS”.
 Cuando agradeces por todo cuanto tienes en este momento y por lo que llegará a ti, comienzas a ser perceptible de todas las cosas que Dios te ofrece cada día.
Gracias Dios por abrir los ojos este día de hoy, por poder respirar un día más.
Gracias por la cama donde duermo, por las situaciones que parecen adversas, pero me dejan sabiduría.
Gracias Dios, por la sonrisa que me regalo esa persona que no conozco.
Gracias Dios, por Tener trabajo, por la comida caliente, por la taza de café.
Agradece y, en poco tiempo, todos tus deseos comenzaran a materializarse.
Miedo a la enfermedad
La enfermedad es un desequilibrio de tu estado de conciencia.
Cuando empiezas a sentirte débil, está claro que perdiste tu fortaleza interior.
“Enfermedad”, es una palabra compuesta del latín “in-firmus”, que significa “sin firmeza”.
Si comienzas a erradicar las auto-culpas, estarás dejando las cárceles del saboteo mental y te liberarás de estas ataduras.
El filosofo Platón dijo: “Mente sana en cuerpo sano”.
Piensa positivo respecto de ti mismo.
La enfermedad se contagia, perjudicando a otro ser, como se puede contagiar la salud.
Reconcíliate con el pasado, perdona íntimamente en tu alma todos los sucesos de dolor y llena tu corazón de alegría, perdón y paz.
Permanece también en silencio, porque Dios te hablará en este espacio de meditación.
El remedio para la enfermedad es el amor. Te darás cuenta que, de todos los medicamentos, el amor también crea adicción.
Conviértete en un “adicto al amor”, llénate de amor, ya que nadie puede otorgar lo que no tiene, da amor y recibirás a cambio amor.
Estarás cada vez mas sano y lleno de vitalidad.
El mundo necesita que estés saludable, para poder cumplir tu rol de ser un gestor de cambios en este planeta, que necesita curar su alma.
Si hay algo de lo que podemos estar seguros es que, cuando Dios lo disponga, partiremos de esta vida, no antes, ni después. Cuando el médico nos da la primera palmada para que comencemos a respirar, se activa la cuenta regresiva, ese tic-tac que nos indica que vamos yendo hacia el día en el que debamos parar.
Es por eso que la vida es un constante pre-parar, es decir, una invitación a trascender en cada instante vivido, hasta que llegue tu turno de parar.
Miedo a la muerte
Cierra tus ojos un momento e imagina que hace una semana que has muerto y que estás en el cementerio visitando tu propia tumba. Miras tu lápida y lees tu nombre, tus fechas de nacimiento y de partida de este mundo. A continuación, piensa en cual es la frase que escribiría la humanidad acerca de ti, en tu propia lápida: ¿Qué dirían de ti?
¿Que fracasaste en muchas de las áreas de tu vida?
¿Que la gente agradece que hayas partido, porque les hiciste la vida amarga?
O, qué sienten profundamente tu partida y que dejaste un espacio vacío en la humanidad, que nunca nadie podrá llenar.
¿Qué diste? ¿Qué cediste? ¿Qué donaste? ¿A quién ayudaste? ¿De qué te privaste?
Escribe en un papel que es lo que deseas que quede grabado en la piedra, cuando partas de este mundo. Trabaja, día tras día, para acercarte a este enunciado que declaras.
El miedo a la muerte se supera, cuando tu meta es proyectarte en la trascendencia de tu entrega, bondad, generosidad, desprendimiento, altruismo, amor al prójimo, capacidad de despojarte, sin condiciones, sin esperar retribuciones, que vivirás en la memoria y los corazones de quienes hiciste contacto en la vida e hiciste felices.

la sal de la vida

Un anciano maestro estaba ya cansado de escuchar las constantes quejas de su discípulo, así que pensó que debía enseñarle algo que le hiciera recapacitar.
Una mañana le pidió que le trajera sal y cuando regresó, el maestro le dijo que echara un puñado en un vaso de agua y que, a continuación se la bebiera.
—¿Cómo sabe ahora el agua? —preguntó el sabio anciano.
—Muy salada, —respondió el discípulo poniendo cara de asco.
Aguantándose la risa el maestro le indicó que repitiera la acción, pero en lugar de tirar la sal en un vaso lo hiciera en un lago. Caminaron sin prisas hacia un gran lago situado en medio de un vergel a las afueras de su aldea y cuando el discípulo cumplió la orden el venerable maestro le pidió que bebiese.
—¿A qué te sabe ahora? —le preguntó.
A lo que el aprendiz le respondió:
—Esta agua está fresquísima. No sabe nada a sal, es una delicia para el paladar.
Entonces el maestro cogiéndole las manos a su discípulo, le dijo:
—El dolor de la vida es pura sal. Siempre hay la misma cantidad, sin embargo su sabor depende del recipiente que contiene la pena. Por eso, cuando te aflijan las adversidades de la vida, agranda el sentido de las cosas. Deja de ser un vaso y conviértete en un lago.

un hilo rojo

Cuenta una leyenda oriental que las personas destinadas a conocerse están conectadas por un hilo rojo invisible. Este hilo nunca desaparece y permanece constantemente atado a sus dedos, a pesar del tiempo y la distancia.
No importa lo que tardes en conocer a esa persona, ni importa el tiempo que pases sin verla, ni siquiera importa si vives en la otra punta del mundo: el hilo se estirará hasta el infinito pero nunca se romperá. Su dueño es el destinoProfundicemos en esta mágica leyenda. 
«Nunca podrás escapar de tu corazón,
así que es mejor que escuches lo que tiene que decirte…»
-Paulo Coelho-

Un hilo rojo que nos conecta

Este hilo invisible lleva contigo desde tu nacimiento y te acompañará,tensado en mayor o menor medida, más o menos enredado, a lo largo de toda tu vida. Así es que, el Abuelo de la Luna, cada noche sale a conocer a los recién nacidos y a atarles un hilo rojo a su dedo. Un hilo que decidirá su futuro y sus encuentros, un hilo que guiará a estas almas para que nunca se pierdan… La leyenda versa así:
«Hace mucho mucho tiempo, un emperador se enteró de que en una de las provincias de su reino vivía una bruja muy poderosa, quien tenía la capacidad de poder ver el hilo rojo del destino y la mandó traer ante su presencia.
Corazón hecho de hilo rojo
Cuando la bruja llegó, el emperador le ordenó que buscara el otro extremo del hilo que llevaba atado al meñique y lo llevara ante la que sería su esposa. La bruja accedió a esta petición y comenzó a seguir y seguir el hilo. Esta búsqueda los llevó hasta un mercado, en donde una pobre campesina con una bebé en los brazos ofrecía sus productos. Al llegar hasta donde estaba esta campesina, se detuvo frente a ella y la invitó a ponerse de pie. Hizo que el joven emperador se acercara y le dijo: «Aquí termina tu hilo», pero al escuchar esto el emperador enfureció, creyendo que era una burla de la bruja. Este empujó a la campesina que aún llevaba a su pequeña bebé en brazos y la hizo caer, haciendo que la bebé se hiciera una gran herida en la frente. Luego, ordenó a sus guardias que detuvieran a la bruja y le cortaran la cabeza.
Muchos años después, llegó el momento en que este emperador debía casarse y su corte le recomendó que lo mejor era que desposara a la hija de un general muy poderoso. Aceptó y llegó el día de la boda. Y en el momento de ver por primera vez la cara de su esposa, la cual entró al templo con un hermoso vestido y un velo que la cubría totalmente… Al levantárselo, vio que ese hermoso rostro tenía una cicatriz muy peculiar en la frente.»

Un hilo rojo directo al corazón

Esta leyenda está tan arraigada en las culturas orientales que millones de personas llevan unidas a ellas un hilo rojo verdadero. Aunque no hay claridad sobre si el origen es chino o japonés. Se dice que la leyenda comenzó al conocer que la arteria ulnar conecta el dedo meñique (otras fuentes hablan del anular, lo que tiene más tradición en nuestra cultura) con el corazón, fuente de vida y eternamente concebido como el hogar del amor…
Pareja rodeada de corazones y unida por la leyenda del hilo rojo
Un hilo rojo al que no podremos imponer nuestros caprichos ni nuestra ignorancia, un hilo rojo que no podremos romper ni deshilachar. Un hilo rojo directo al corazón, que conecta a los amores eternos, a los profundos, esos que simbolizan el antes y por los que no hay después. El amor de una madre, de un padre, de un hermano, de un niño, de un amigo, de un hombre o de una mujer… Un hilo rojo que simboliza el amor y el interés común… La magia del corazón.
Cada uno que lo interprete como quiera pero lo que está claro es que, en ocasiones, las casualidades son tan fuertes que no dejan lugar a dudas… Almas gemelas se llaman, corazones entrelazados con una o varias eternidades por vivir…

atrapasueños

Cuenta la leyenda que había una mujer araña llamada Asibikaashi que cuidaba a la gente de la tierra. La mujer araña, velaba por toda criatura de nuestro mundo, inclinándose sobre las cunas y las camas de los niños mientras tejía una fina, delicada y fuerte telaraña que era capaz de atrapar todo mal entre sus hilos y hacerlo desvanecer al alba.
Cuando su pueblo se dispersó por América del Norte, le comenzó a resultar muy complicado cuidar a todos los niños, por lo que las madres y abuelas tuvieron que comenzar a tejer redes con propiedades mágicas que atrapan los malos sueños y las pesadillas, protegiendo así a sus niños.
Tradicionalmente, los Ojibwa construían los atrapasueños atando hebras de sauce alrededor de una argolla circular de unos 9 centímetros o con forma de lágrima, resultando una red similar a una telaraña, hecha a su vez con fibra de ortiga teñida de color rojo.
Mujer india con atrapasueños
La antigua leyenda de los indios ojibwa sobre los atrapasueños habla de que los sueños pasan por la red filtrando y deslizando los buenos sueños a través de suaves plumas hasta que llegan a nosotros. Los malos sueños, sin embargo, son atrapados en el tejido y mueren con el primer haz de luz del día.
Sin embargo, para el pueblo lakota de la tribu sioux del Norte de América, los atrapasueños funcionan de forma diferente. Es decir, las pesadillas pasan por la red mientras que los sueños quedan atrapados en los hilos y se deslizan por las plumas hasta la persona que está durmiendo.

Lo malo se bloquea y se destruye, lo bueno se queda con nosotros

Hay personas que otorgan a esto un significado diferente, entendiendo la palabra sueños como aspiraciones, deseos o anhelos. Por lo tanto, los atrapasueños servirían para conseguir todo aquello que nos proponemos y anhelamos.
Lo cierto es que no podemos asegurar que los atrapasueños alejen o no los malos sueños, las malas energías o las malas vibraciones pero, sin embargo, resulta pacificador estar en contacto con la cultura india, por la magia que desprende.
Esta cultura nos ha colmado y nos colmará siempre de saber y de tradiciones milenarias que debemos luchar por mantener cerca de la manera más fiel posible, pues de algún modo les debemos gran parte de nuestra sabiduría.

miércoles, 21 de agosto de 2019

R E F L E X I Ó N

En el siglo XIV, la peste negra «Bubónica» se llevo a casi la mitad de la población del mundo.
En el siglo XVIII, la peste amarilla, arrasó con ciento de miles de personas, a nivel mundial.
En nuestros días, la peste que está asolando a nuestra juventud, es la  «DROGA»
Las demás plagas destructivas daban muy poco margen de vida. Pero ahora nuestros hijos, se están contaminando y enfermando con esta peste, que no tiene retorno y que tiene como efecto, disminuir la inteligencia, la capacidad de razonar y de tomar decisiones, a los que serán nuestra futura generación.
Debemos decidir, si queremos que nuestros hijos sean personas normales o mutantes a los que sólo les interesa drogarse, porque según ellos es lo único que los hace felices. 
La redacción de esta carta, lleva como título «Un loco amor»
Cuando la conocí tenía 16 años.
Fuimos presentados en una fiesta, por un chico, que se decía mi amigo.
Fue amor a primera vista. Ella me enloquecía.
Nuestro amor llegó a tal punto, que ya no conseguía vivir sin ella.
Pero era un amor prohibido.
Mis padres nunca la aceptaron.
Fui reprendido en la escuela y tuvimos que empezar a encontrarnos a escondidas.
Llegó un momento en que no aguanté mas, me volví loco.
Yo la quería, pero no la tenía.
No podía permitir que me apartaran de ella.
La amaba locamente, tanto que por ella estrellé mi auto, rompí todo lo que había dentro de la casa y casi mato a mi hermana.
Estaba loco, la necesitaba.
Hoy tengo 39 años; estoy internado en un hospital, soy un inútil y voy a morir abandonado por mis padres, por mis amigos y por ella.
¿Su nombre? «COCAÍNA»

¿que será de su conciencia?

Es decir, con otras palabras, ¿qué será de su conciencia? Pero ¿qué es la conciencia? Veamos. Desear conscientemente dormir es verdadero insomnio, intentar conscientemente advertir el trabajo de la propia digestión es ir en busca de un trastorno de tipo nervioso. La conciencia es un veneno, un instrumento de autointoxicación para el individuo que la aplica a sí mismo. La conciencia es luz dirigida hacia fuera y que ilumina el resto del camino ante nosotros para evitar que tropecemos. La conciencia es el faro encendido en la parte delantera de la locomotora en marcha. Dirige la luz hacia el interior y se producirá la catástrofe.

Por lo tanto, ¿qué será de su conciencia? Digo bien, suya. Suya. Pero, ante todo, ¿qué es usted? Ésta es la cuestión. Tratemos de orientarnos. ¿De qué modo tiene memoria de sí misma, de qué parte de su organismo es consciente? ¿De sus riñones, del hígado, de los vasos sanguíneos? No, recuerde y verá que siempre estuvo expresada hacia fuera en un acto, en la obra de sus manos, en su familia, en los demás. Y escúcheme ahora con atención. El alma del hombre es justamente el hombre presente en los otros hombres. Esto es lo que es, esto es lo que ha respirado, de lo que se ha alimentado y embriagado durante toda la vida su conciencia. De su alma, de su inmortalidad, de su vida en los demás. ¿Y qué? Ha vivido en los otros y en los otros se quedará. ¿Qué diferencia implica para usted que luego se llama recuerdo? Habrá entrado en la composición del futuro.

Una última cosa. No hay de qué preocuparse. La muerte no existe. La muerte no está en nosotros. He hablado de inteligencia, y esto es otra cosa, una cosa nuestra, accesible para nosotros. La inteligencia, el talento, en el sentido más amplio, es el don de la vida.

No habrá muerte, dice san Juan Evangelista, y verá qué siempre es su argumentación. No habrá muerte porque aquello que fue antes ya ha pasado. Poco más o menos es esto: no habrá muerte porque esto ya fue, es viejo y se aburre, y ahora es necesario algo nuevo y lo nuevo es la vida eterna.